Así pues, escuchad esta historia y no perdáis ningún detalle: un acontecimiento único y tres casas serían las protagonistas, tres hombres y una mujer pondrían la debilidad y el honor por encima de todo. Uno perdería todo, mientras que otro ganaría lo inesperado y el que queda tendría una sorpresa que nadie se esperaría. ¿Cómo se combate al amor? ¿Con orgullo? ¿Con sumisión? El mismo rey se lo preguntaría mil veces antes de acometer su acto ante todo un reino ajeno a él.
Presenciareis un evento que nunca se olvidará, pasarán las épocas, caerán las hojas y volverán las nieves y su nombre: Rhaegar Targaryen seguirá oyéndose por los salones, y el amor que observaba Lyana Stark se les notaría a costa de tener enemigos por doquier que no aceptarían esa alianza.
Harrenhall sería el lugar de nuestra historia, y creedme que ese día cuando Rhaegar coronó a la más bella del reino por parte Stark, se avecinaba guerra. Una guerra que sería el fin del dragón, tal cual rugía libremente por Poniente. Un dragón que intuía que se la estaba jugando al todo y todo por un amor sincero.
Todavía se sigue oyendo los galopes de los justadores, y el acero chocar de los caballeros. Un día de justas, dónde el honor y el código estaba por encima del todo, pero para Rhaegar ese torneo era importante para él, aunque sería su error más grave.
Baratheon, Stark y Targaryen las Casas más influyentes de su época, llegarían a crear una de las más hermosas historias de amor que Poniente tardaría en olvidar.
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El Torneo del Dragón
"A Rhaegar no le gustaba matar si no cantar."
Ser Barristan Selmy
Nos encontramos en la época de cuando Eddard Stark era joven y Robert Baratheon también, corría el año 281 D.C. y tras el torneo más polémico de su tiempo: se avecinaban cambios para Desembarco del Rey. No es de extrañar la rabia de Robert y los motivos de Rhaegar o las dudas de Eddard, fueron tiempos extraños para muchas Casas, y Poniente pendía de un hilo y ese hilo pronto se rompería en la batalla del Tridente.
Lord Whalter Whent convocó a todos los justadores de Poniente en Harrenhall, para que demostraran su valía y su honor en la liza, durante diez días decenas de caballeros justaron y chocaron aceros. La Casa Whent era poderosa en los tiempos de Rhaegar Targaryen, no obstante a nuestro príncipe no le tenía miedo a dicha competencia y a ningún otro noble que rondaba por el torneo. Era un Targaryen, sólo su apellido ya le daba presencia suficiente y miradas en las sombras como en las gradas, te observaban cada uno de tus movimientos.
Los planes contra el rey se haría en la sombra o eso creía Aerys II Targaryen debido a su locura, mientras que en la luz y sobre todo en la liza del honor un príncipe pondría en jaque a un reino y a su mismo padre. Lord Whent no escatimaba gastos durante el evento, como señor de las tierras de Harrenhall poseía una riqueza imponente. Y eso se reflejaba en uno de los mejores torneos que Poniente tardaría tiempo en olvidar, porque de las heridas del ayer no se cierran tan deprisa y menos cuando son de un corazón herido que no perdonaría.
El evento se realizaba con normalidad, los justadores aceptaban la derrota y la victoria, también hubo un combate especial para la ocasión por parte de Lord Whent: una tradición de siete contra siete y Robert Baratheon saldría ganador de este embate. La afrenta del honor en la liza estaba adornado con varias competiciones durante el evento, desde demostrar la puntería y habilidad del hacha pasando por el arte más antiguo que la humanidad ha podido producir: el cantar de los bardos. También Lord Whent aprovecharía los diez días al máximo, arqueros tensarían sus flechas para ganar, mientras una carrera de caballos se libraba a la vez y la equitación de los jinetes lucirían a la par. Harrenhall se arropaba con riqueza de las Casas, mientras que su población disfrutaba y engordaba barrigas del buen comer: por un tiempo nadie pensaría que la guerra sería un motivo por parte de uno los caballeros tras el torneo.
Durante los diez días que duró el torneo, la Casa Whent no pudo soportar la vergüenza de ver cómo sus justadores fueron derrotados y no pudieron defender el honor de la hija de Lord Whent quién era la dama del evento hasta que otra damisela ocupó su lugar de forma inesperada. En este tiempo de las justas que fueron cinco días con sus lunas; los justadores galoparon sobre la liza, algunos nuevos como el Caballero del Árbol Sonriente siendo un misterio de la presencia de este caballero sin saber quién es o otros conocidos y desconocidos haciendo de este torneo, digno para el recuerdo.
Las justas de Rhaeagar fueron inesperadas, descabalgó a Lord Yohn Royce, también en la liza fue derrotado Brandon Stark seguido de Ser Arthur Dayne y Ser Barristan Selmy. En el código del caballero en tiempos de paz, se les exigía respeto pero hubo un hombre en ese torneo que una vez finalizaría buscaría venganza y tendría motivos suficientes para dar caza a un dragón, un dragón que se vería rodeado de enemigos.
Así pues, llegamos al momento del cual decenas de Maestres se han preguntado sobre lo que ocurrió en ese mismo día. ¿Por qué no su esposa: Elia Martell de Dorne? ¿Por qué afrentar el honor de un caballero cómo Robert Baratheon siendo el marido de Lyanna Stark? ¿Qué motivos le llevó al príncipe dragón romper una tradición? ¿El Trono del Hierro? ¿La corona de su padre? ¿Amor sincero? Nunca sabremos las respuestas, por qué la historia de Lyanna Stark, sería una de las crónicas más difíciles de narrar.
Momento clave del reino |
Se siente un silencio en las gradas, el campeón del torneo de Harrenhall daría su corona a la dama más bella del reino. Una dama que ni ella misma pensaría que sería tan importante para el legado de Poniente, por qué después del evento: Rhaegar tendría que combatir en su presente para proteger un futuro complicado.
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Rhaegar vs Robert Baratheon |
Las historias las cuentan según quién gana la guerra, ante el amor sincero no se puede debatir sólo respetar pese a que podrías perder la corona, una dinastía y de paso al latido de tú corazón que anhelas en el recuerdo, para Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark estarían rodeados de Casas que con sus propios planes de ambición y otros de protección: la Rebelión de Robert apenas duró 10 batallas claves y decenas de Casas se iban aliando en sus bandos correspondientes. La dinastía del dragón quedaría huérfana en Poniente, pero lejos una chica rubia sería la próxima Madre de los Dragones.
¡Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark dos nombres que Poniente no olvidaría jamás!
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